CONOZCA A LA DRA. SHAYA TAGHECHIAN

¿Por qué elegir a la Dra. T como su cirujana?

“Siempre he defendido a las mujeres. Me crio una madre muy fuerte que no aceptaba tonterías de nadie. Crio a dos niñas para que se convirtieran en cirujanas fuertes e independientes. Nos dijo a mi hermana y a mí tres cosas mientras crecíamos:

• Apóyense mutuamente.
• Sea cual sea la carrera que elijan en la vida, esfuércense por ser las mejores en ella.
• Dejen este mundo mejor de lo que lo encontraron. Sirvan a los demás.

Estas cosas son parte integrante de lo que soy. Me han guiado bien y me han dado una sensación de plenitud.

Cuando era pequeña, sabía que quería ser cirujana. Me encanta trabajar con las manos, me encantan los resultados instantáneos y, sobre todo, me siento agradecida cuando puedo cambiar positivamente y repercutir en la vida de alguien en su momento más vulnerable. Para mí, la cirugía cumplía todos esos requisitos.

Pero tenía que elegir qué campo quirúrgico se adaptaba mejor a mí.

Entré en…. Urología.

¿Sabía que SÓLO el 10% de los urólogos son mujeres? El resto son hombres. ¿Por qué? Las mujeres tienen riñones, vejigas, uretras, problemas vaginales. ¿Dónde están sus defensores? ¿No preferirían ver a una médica que entienda su situación y tenga un interés genuino en ayudarlas? Sé que yo lo haría.

Con la actitud de “no aceptar tonterías” que me transmitió mi madre, estaba dispuesta a irrumpir en este club de hombres y tomar el control. ¡Ja! Y, sinceramente, tuve que superar muchos retos difíciles, pero cada minuto valió la pena para mejorar la vida de mis pacientes.

Me encanta ayudar a las mujeres que pensaban que todos sus problemas eran una conclusión inevitable, que no se podía hacer nada por ellas… que solo tenían que aprender a lidiar y vivir con sus problemas porque NADIE LOS ABORDABA, NADIE LAS ESCUCHABA. Ugh. SMH.

Mi misión es ayudar a esas mujeres.

Como uróloga certificada, obviamente me siento muy cómoda en la región de la pelvis, la vagina y la vulva. Opero y trato estas zonas a diario. Conozco cada una de las estructuras, su función, sé lo que pasaría si no tuviera ciertas estructuras, sé lo que pasaría si movemos tejido en estas zonas. Conozco y tengo un sano respeto por la pelvis/vagina/vulva a lo largo de todas las etapas de la vida.

Mi primera prioridad con mis pacientes es “no hacer daño”. Con mi educación y formación urológica confío en mi capacidad para hacerlo desde la perspectiva de la ginecología estética. La vagina y la vulva son lugares muy sensibles. ¡Un cirujano no debe ser un renegado trabajando aquí! Un paso en falso y puede alterar la trayectoria de la vida de una mujer para siempre. Llevar mi experiencia urológica al mundo de la ginecología estética es la habilidad más valiosa que puedo ofrecer, y lo que realmente me diferencia de otros que ofrecen los mismos tipos de servicios. (¿Cuándo cree que fue la última vez que un cirujano plástico, únicamente formado como cirujano plástico, hizo un examen pélvico y REALMENTE sabía lo que estaba mirando? ¿Saben qué estructuras son vitales y cuáles pueden manipularse con seguridad? ¿Saben cómo cambian la vagina, la vulva y la pelvis a medida que una mujer envejece y cómo la cirugía que se realiza hoy podría afectar a la paciente dentro de 20, 30, 70 años? Hmmm…).

Tengo el privilegio de ofrecer mis servicios y experiencia a las mujeres que tienen problemas ginecológicos cosméticos. Hay muy pocos cirujanos en el MUNDO que tienen un interés, o que son competentes en la realización de este tipo de cirugías. He salido de mi camino para aprender de aquellos que están creciendo en el campo de la ginecología cosmética. Nada de cirugía renegada por mi parte. ¡Quiero que mis pacientes estén satisfechos y funcionales y confiados cuando salen de mi oficina! Recuerda, ¡primero no hagas daño! He dominado diferentes técnicas (no hay una talla única… ¡cuando tienes un martillo, todo parece un clavo!) para poder tratar con confianza a mis mujeres fuertes y valientes y guiarlas hacia un futuro más gratificante y seguro de sí mismas.”